A nadie le llama la atención, pero en todas las informaciones que consulto se dice lo mismo: los cabezas de lista de los dos principales partidos políticos españoles realizarán su debate electoral en la Academia de Televisión y ésta proporcionará gratuitamente la señal a quien quiera emitirla. Si hago caso a Formula TV, seas televisión o no. Fijémonos en el calado de la cuestión: si los partidos pueden ponerse de acuerdo para producir una señal, si la señal es libre de ser emitida por quien quiera -vaya, esto es open data del bueno – ¿para qué necesitamos una televisión pública? Bien, ya conocen mi respuesta: el proceso de desintermediación y convergencia hacen que eso que llaman pluralidad se produzca por causa de la arquitectura de la información y la capacidad tecnológica, no porque los gobiernos, en su infinita sabiduría regulatoria, hagan o traten de hacer: ya vemos cómo ha quedado el mercado de televisión después del discurso salvador de la humanidad que tuvimos que soportar. Voy más lejos: esto del debate es eso que quienes tienen visiones opuestas a la mía llamarían servicio público. Ya se ve que se puede hacer de otra manera sin que lo paguemos nosotros o, especialmente, haya otros que decidan el tiempo, las horas, quién sale o quién no sale: recuerden las peticiones de UPyD o las quejas de algunos partidos catalanes cuando eran extraparlamentarios. ¿Que los partidos pequeños no pueden? Caramba, precisamente: ahora sí que no les hacen caso. Con la ausencia de unas televisiones públicas empeñadas en dar espacio – medidísimo para que no haya broncas y, después, siempre las hay – a los más representativos se concede ventaja de facto sobre los que no tienen voz, eso que iba a cubrir la pluralidad y que, en la escasez intrínseca de lo convencional, tiene una solución mala, razón por la que es posible el control de los contenidos. Si para todos no hay cobertura obligatoria sino que pueden ofrecer su señal y todo el mundo es libre de emitirla la competencia por el favor ciudadano es, como mínimo, más cercana a la igualdad de oportunidades.
22 octubre, 2011 4:43 PM
1. Escrito por ferran
26/Oct/2011 a las 10:34 AM
No te confundas, el echo de que se produzca el debate, no es por la tecnología aplicada, y tampoco veo que demuestre la sin razón de la televisión publica ya que con los mismos argumentos que aportas se puede aplicar a la televisión privada:
De cómo el debate electoral deja desnudo el concepto de televisión privada. Por que es mas cercano a la igualdad de oportunidades, que la televisión privada decida si emite o no dicho debate.
Por que el control de contenidos en la televisión privada es bueno?. Toda empresa privada de productos de consumo, trabaja para tener un consumidor cautivo y con los mínimos competidores posibles.
2. Escrito por Gonzalo Martín
26/Oct/2011 a las 11:20 AM
Sí, pero no. A ver: lo que evidencia el que la señal sea libre es que no es necesaria una televisión pública para que intermedie y gestione un debate. ¿La televisión privada? ¿O podemos decir “este blog”? Si la señal es libre, yo puedo tomarla y ofrecerla si yo quiero al tiempo que los partidos pueden organizarse como quieran para hacer los debates que quieran sin tener que pasar por condicionantes de terceros. Por ejemplo, el hecho esencial de que las televisiones – públicas o privadas – tienen criterios editoriales y deciden quién va y quién no. La privada puede hacer lo que le da la gana, la pública encima te cuesta dinero y es “tan privada” como cualquier otra al tener un criterio editorial en un mundo donde todo el mundo puede tenerlo y no hay escasez para transmitir una opinión.
¿Control de los contenidos por la televisión privada? Esta afirmación es falsa: en un mundo red los contenidos pueden ser publicados por cualquiera, que trabajen para tener un consumidor “cautivo” es lógico, la única cuestión es que pueda conseguirlo y, para conseguirlo, hay dos premisas: que no hubiera competencia abierta o que… el regulador no provoque, como ha provocado, una concentración de canales y derechos de forma que, de facto, la competencia se reduce. ¿El regulador quién es? El gobierno, que aspira a moldear el buen gusto y controlar quiénes pueden emitir.
La cuestión es que, una y otra vez, se demuestra que no existe necesidad de que existan inversiones públicas mil millonarias para producir contenidos que la sociedad (las empresas privadas, los partidos, las asociaciones, un señor de Calahorra) pueden hacer por su cuenta. Y es en ello donde reside la verdadera pluralidad, no la pluralidad controlada por un mecanismo estatal que, además, sí que crea cautivos: sólo tiene espacio quien forma parte de lo que las leyes se encargan de consagrar como “organizaciones representativas”: sólo partidos con representación parlamentaria, sindicatos mayoritarios que lo que hacen es cerrar las puertas a la alternativa.
La televisión pública es un hijo de la escasez propia de la era analógica. No tiene forma de demostrar que su existencia sea superior en términos de pluralidad que un acceso abierto a las redes y, todavía mejor, a un sistema de adjudicación de licencias que no permita la concentración de canales.
3. Escrito por ferran
29/Oct/2011 a las 2:56 PM
Realmente admiro tu capacidad de escritura y presencia en la web, (es un alago, no hay ironía).
Pero a pesar de los argumentos de tu respuesta que ya has expresado mas ampliamente en otros post sigo sin ver que esto demuestre solo caduco el concepto de televisión publica.
Si no entiendo mal, argumentas que la publica da lo mismo que la privada, o es otro actor al nivel de la privada y que encima me cuesta dinero.
También cuesta dinero comer y eso no es malo de por si, por la web andan estadísticas de cuanto cuesta por ciudadano la televisión publica, que supongo que surgen del coste de las misma / por la población y eso da una cifra X00,… aunque, creo que no es lo mismo lo que yo pago de impuestos que la telefónica o el Banco X (ya me gustaría a mi) y que ademas en la ecuación habría que poner a las personas jurídicas, entonces mi aportación a la televisión será unas cuantos cientos de euros menos, así que puede quedar en 0,X valor que me es totalmente aceptable. Además se que por ese precio los programas que veo en la pública no los tendría en otra televisión, cosa que agradezco
Por lo tanto, reescribo lo que escribes con que la televisión (publica y privada) es un hijo de la escasez propia de la era analógica.
No es solo “culpa” de la administración que se produzca la concentración de canales, las televisiones privadas son también participantes muy activos, como pasa con todos los productos de gran consumo.
El quit es que aceptas que la privada pueda hacer lo que realmente le venga en gana y por lo tanto, la exculpas de que aparezca en el titular y en ese punto esta mi desacuerdo, creo que lo que hace y como lo hace un “privado” nos afecta y mucho, como ejemplos tienes a los bancos y sus decisiones de crédito y crecimiento, las compañías aereas y sus decisiones de horarios, las distribuidoras y sus decisiones de publicación, la puesta de un discotecas en el bajo de tu casa, etc. etc… en todas ellas eres un consumidor cautivo.
4. Escrito por ferran
29/Oct/2011 a las 4:48 PM
buff, releyendo mi escrito cambiaría cosas en su redacción, soy de escritura lenta…. En donde digo Se que por ese precio los programas que veo en la pública no los tendría en otra televisión, cosa que agradezco, se da a la ambigüedad, por lo que cambiaría el agradezco por un valoro, es un plus que me da la pública que no me dan las privadas “gratis”…
5. Pingback por Los canales de YouTube y sus contextos « Pulsiones
5/Nov/2011 a las 7:21 PM
[…] como el anuncio de que transmitirán en directo el debate Rajoy/Rubalcaba (ojo a lo que supone de desnudez de la televisión pública y su justificación, tesis en la que me discuten a fondo) o, como ahora mismo, poder ver la hajj […]