Me escribe Fernando, de Séptima-Ars, para provocarme. Para hacer una de esas cosas que antes hacíamos con los blogs y que eran tan divertidas: meterte en un debate. Así, solían organizarse cadenas de propuestas y respuestas con su ardor, su demagogia y hasta razones. Ya no se prodiga. Esta vez la excusa es un encuentro de productores de cine con la prensa con la aparente finalidad de desfacer entuertos y malos entendidos. Como tengan que depender de la prensa, no sé si vamos bien. Pero, al grano: la provocación consiste en responderse a cosas tan delicadas como “¿Cuáles son los problemas del medio audiovisual español ? ¿Qué solución propones ? ¿Qué cambiarías?”. Cada una da para una enciclopedia, me temo, y se corre además el riesgo de caer en el arbitrismo, eso de “España la arreglo yo en dos días”. Así que lo más a lo que se atreve un servidor es a pintar ideas que procuren verse como si estuvieran en un folio en blanco para después ir hacia atrás e imaginar lo que hay que hacer para llegar a ellas desde lo que hay. A saber, 1) Se trata de construir audiencias, no de acumular producción; lo primero es escaso y arduo en la era de la atención, lo segundo es una consecuencia 2) Si el producto es multiplataforma, la política industrial (si la tiene que haber) ha de ser multiplataforma: seguir mirando cine, televisión e internet por separado y sin pensar en el desarrollo de marcas de entretenimiento, suena a mala idea 3) Si el mundo es global, hay que trabajar para el mercado global. Y global son el talento, las historias y la financiación (la legislación no está pensada para eso). Le sumo una coda. Si las estructuras de producción de la sociedad informacional son cooperativas, la legislación de derechos no podrá ser igual, diga lo que diga Macho. No se puede seguir jugando a que el mundo no ha cambiado y que las leyes de hace tres siglos siguen siendo útiles para la era de los bits porque, es obvio, no lo son y la evidencia abruma.
29 septiembre, 2011 3:43 PM
1. Escrito por Javier Meléndez
29/Sep/2011 a las 4:14 PM
“Construir audiencias” es el mayor handicap del cine español. El tema es complejo y trataré de ceñirme a pocos puntos. Mi modesta opinión es:
1) La profesionalización pasa, en gran medida, por apartar las figuras del director y del guionista. La industria ha permitido durante años glorificar al director y este se ha considerado autor con un universo propio. De manera que tenemos un cine estético, un cine militante, pero carente de gancho. El director puede ser guionista, sí, por supuesto; pero no todos lo son. Necesitamos más realizadores competentes y guionistas profesionales, que “autores” que hacen agujeros en las productoras.
2) Cambiar “esta es una historia que merece ser contada” por “esta es una historia que va a gustar al público”.
3) Contra lo anterior se ha creado un cine muy caro, con presupuestos desorbitados para la industria española, pero que adolece del mismo defecto: está hecho pensando más en la perspectiva autorial que en la creación de entretenimiento.
4) Muchos deberían desterrar la idea de que entretenimiento equivale a banalización.
5) A efectos prácticos, las productoras deberían leer guiones. La mayoría no lo hace. Hacer llegar guiones es difícil. Es cierto que hay miles de guiones que son material de derribo, pero entre ellos, algunos podrían dar lugar a maravillosas películas. Se debería habilitar un canal para que las productoras leyeran material nuevo. (Eventos de pitching o consultorías externas).
Se me quedan otras cosas en el tintero, pero no quiero abusar de este pequeño cuadro.
2. Escrito por Juan Herbera
29/Sep/2011 a las 4:18 PM
Tengo la suerte de que en el blog Desde la Taquilla se prodigan quienes quieren seguir debatiendo. Incluso diría que van a más. Eso sí, son de los que siguen apostando por el cine en el cine. Y yo que me alegro, aunque no puedo negar que hay que pensar en los contenidos para su comercialización multiplataforma, aceptando los retos que ésta propone y pensando en dar respuesta a las exigencias de los consumidores actuales y sus nuevos hábitos de ocio.
3. Escrito por Juan Herbera
29/Sep/2011 a las 4:20 PM
Por cierto, 100% de acuerdo en lo de construir audiencias y en que las historias deben pensarse para ser consumidas y, por tanto, para que gusten a una parte de la audiencia que las haga rentables.
4. Escrito por Gonzalo Martín
29/Sep/2011 a las 4:27 PM
Como siempre Juan, un placer. Yo creo que “el cine en el cine” es perfectamente posible, pero dale a la gente una razón para ir. La cuestión multiplataforma es porque es la forma de hacer rentable algo que ya vive en el terreno de las marcas, y que se necesita algo para extender la vida útil de un producto y generar derivadas para nuevos ingresos y experiencias: hablamos de negocio del siglo XXI, no del ocio de la posguerra mundial y del mundo sin televisión ni redes. Es decir, cine en el cine cuando toca en el cine, pero ocio transmediático como concepto. No creo que haya otra salida. Ya no se construyen catedrales.
5. Escrito por Gonzalo Martín
29/Sep/2011 a las 4:29 PM
Querido Javier: no me canso de decir que Scorsese y Spielberg trabajan con guionistas. Y más gente. Pero aquí todos tienen el síndrome de Woody Allen. Gracias por tu aportación y no, no te preocupes por abusar de la “caja”. Y siempre tienes tu blog para seguir extendiendo la discusión.
6. Escrito por Juan Herbera
29/Sep/2011 a las 4:39 PM
Gonzalo: estoy 100% de acuerdo en lo que comentas, punto por punto. Espero que no me consideres tan anclado en el tiempo de las catedrales!!
7. Escrito por Gonzalo Martín
29/Sep/2011 a las 4:44 PM
Juas! por supuesto que no!
8. Escrito por Fernando
30/Sep/2011 a las 10:18 AM
Gonzalo, muchas gracias por hacerte eco de la propuesta. Siempre lúcido y breve en tus exposiciones.
Los tiempos han cambiado y mucha gente aún no se ha dado cuenta…o no quiere porque no le conviene.
Algunos hablamos de industria, de que queremos una industria e intentamos formarla desde hace tiempo…porque pensamos que no existe, que existen artesanos que van por libre, que lo pueden hacer más o menos bien peor que no trabajan dentro de un entremado industrial y no deberíamos olvidar que trabajamos en la industria del ocio y el entretenimiento ( la cual se ha ampliado de forma inmensa y por eso coincido cada vez veremos más proyectos transmedia ). Es una tarea compleja porque exige cambiar mentalidades en las alturas…y normalmente en las alturas están instalados aquellos a los que no conviene cambiar nada. Tenemos que intentarlo desde los cimientos.
Gracias por tu colaboración, eso es lo que necesita la industria española audiovisual: colaboración.
9. Escrito por Gonzalo Martín
30/Sep/2011 a las 10:25 AM
Gracias a ti, Fernando. Yo es que ni siquiera creo que haya que hablar de industria “española”, sino “de empresarios”. Es decir, acabo de estar con Visual13 que trabaja con los vídeos de El Bulli y está consiguiendo una posición internacional con el vídeo de gastronomía excelente. El otro día conocí a los navarros de D4D que han renunciado a vender en España y trabajan solo en el mercado internacional. Se habla de industria de modo demasiado simple, pensando en que haya películas y no en un ecosistema de mercados y empresas. Sólo películas cuando el mundo no son sólo películas, cuando el negocio audiovisual está centrado en el televisor, los derechos de formatos (también deportivos) y en el desarrollo de marcas de entretenimiento. Todo el entramado está asentado en una idea glamourosa del autor/creador, de la “gran cultura”, de proyectos que no se pueden soportar con el mercado local y que no pueden salir al mercado mundial. Por eso es borrar todo y pintar en blanco para ver luego qué se cambia: ¿hay productores españoles desarrollando películas a partir de juegos? De donde sean, que no tienen que ser de aquí. La televisión es mucho más innovadora y ya exporta más porque vive en el mercado. Aquí se quiere extender la confusión de que no todo son subvenciones, cuando todo es un entramado de normas públicas a los operadores y financiación vía televisiones públicas, anticipos de entidades financieras públcias, etc.etc.
10. Escrito por Javier Meléndez
30/Sep/2011 a las 7:23 PM
Gracias, Gonzalo.
A menudo digo que hace tiempo que en España se intenta un cine comercial y de calidad. Es cine de género. Pienso en los éxitos del terror español e incluso determinados thrillers españoles. A mi juicio, este cine está menospreciado por los medios y por parte de la profesión. (Esto es ignorar que el cine de género es un vehículo perfecto para comunicar ideas e inquietudes).
Es curioso que el público que ha visto terror español no lo identifica con “cine español”, y sin embargo, muchos tiene ambientes y personajes naturalistas. Se ve que el cine de género puede ser la salvación del cine español. Necesitamos más terror, más thriller, cine romántico…
11. Escrito por AlbertoGFueyo
7/Oct/2011 a las 3:46 PM
Un saludo a todos,
Llego a este blog desde el de Septima Ars y me encanta ver que hay movimiento acerca de este tema. Aún no he visitado el blog “Desde la taquilla”, pero lo haré en breve. Soy un gran aficionado a la imagen desde hace muchos años y todo esto que está ocurriendo desde hace tanto tiempo en el cine español me resulta interesante e inquietante a la vez. Creo que el artículo es muy certero y los comentarios al mismo van en la misma dinámica de reflexión y coherencia. Como pequeña aportación por mi parte, además del comentario realizado ya en el blog de Septima Ars, quisiera comentar que, como apuntáis aquí, el transmedia es absolutamente necesario para ampliar la vida de un producto a través de las diferentes plataformas para su visionado/consumo. Casos como el auge de las series en Internet o los portales como Filmin en España (de Filmotech leí hace tiempo que no va tan bien, aunque me parece que en el Ministerio de Cultura tampoco se esfuerzan demasiado en que funcione), o Netflix y Mubi en EEUU, muestran que ese es el camino para el desarrollo del audiovisual. Desgraciadamente, una parte de la Academia de Cine no parece demasiado dispuesta a potenciar esta vía como se merece. Algunas declaraciones de González Macho dejan entrever ideas aún demasiado conservadoras en este tema. También me parece importante lo que dice Javier Meléndez en su último comentario sobre el cine de género que se hace en España de un tiempo a esta parte. Me parece importantísimo que se potencie este cine que, al fin y al cabo, es el que sabemos que vende. De hecho, veo que las productoras se han puesto las pilas y varias de sus producciones van en ese sentido. Creo que el primero en España que unió la inteligencia para darse cuenta de esto y el talento para llevarlo a cabo de manera brillante en todos los aspectos (artístico y económico), fue Alejandro Amenábar. Me parece un caso paradigmático del buen hacer en cuanto a cine de calidad para el público. A partir de ahí han aparecido muchos directores de talento que han sabido manejar estos aspectos (pienso en el caso de Balagueró, de Bayona, de Vigalondo, de Cobeaga, etc.). Todos ellos están haciendo un cine de género, de calidad y que gusta al público. También ahora con los nuevos directores de “doble nacionalidad” cinematográfica (Rodrigo Cortés, Juan Carlos Fresnadillo…), la posibilidad de generar un cine de entretenimiento y de calidad ha aumentado muchísimo y el público empieza a perder los prejuicios con el cine español. Sin embargo, no hay que olvidar que todos estos directores de los que hablo son los que triunfan en taquilla; pero aún así seguimos produciendo muchísimas películas que no se estrenan. Por eso me parecen principales los puntos que destaca Gonzalo Martín en su artículo. Son, en mi modesta opinión, las bases sobre las que se debería construir la estructura del cine español. Porque el problema no es de falta de talento para hacer un cine comercial, sino de método y de producción.
No quiero olvidarme de otro cine que también se hace en España y que ha buscado su hueco a través de vías muy diferentes a la de las salas de cine. Es el cine que propiamente podemos llamar “de autor” en España y que está representado por directores como Isaki Lacuesta, José Luis Guerín, Pere Portabella o Javier Rebollo. El ciclo vital de estas películas es el de los festivales y los museos y así han conseguido su distribución internacional. Aunque, salvo casos excepcionales, no pueden estrenar sus películas en salas comerciales; creo que han sido estos directores y los productores que han hecho posibles sus películas quienes antes han entendido que el mundo del audiovisual tiene que buscar caminos alternativos para la subsistencia y el desarrollo; y así lo han hecho. Productores como Luis Miñarro han sabido hacer rentables productos audiovisuales radicales y, por otra parte, no se han limitado a la producción de obras de directores españoles, sino que han buscado fuentes de ingresos en la producción de filmes extranjeros. Desconozco si Miñarro es criticable en otros aspectos de su trabajo, pero en lo que se refiere al caso concreto que cuento, creo que ha sabido hacer las cosas bien.
Ya para no extenderme más, me parece que las cosas que hay que cambiar en el audiovisual español vienen de la mano de los productores y del Ministerio de Cultura (o el de Industria, el que mejor pueda hacerse cargo del tema). En el encuentro de los productores con la prensa ha destacado, a mi entender, el ombliguismo, la autoadulación, la inacción o elusión de los problemas y, en algún caso concreto, la soberana tontería. Decir que “es bueno para la salud del espectador que haya películas que no se estrenen en España” me parece, cuanto menos, un insulto a la inteligencia del espectador. Otro insulto a la inteligencia me parece también hablar de un 80% de películas deficitarias y seguir produciendo tantas. Es deber de los productores crear un tejido industrial de producción audiovisual razonable y coherente con las posibilidades reales y es deber del Ministerio legislar en favor del audiovisual y vigilar cualquier ilegalidad que pueda estar llevándose a cabo. Sin estas dos últimas cosas es imposible que el audiovisual español salga adelante, en mi modesta opinión.
Un saludo de nuevo a todos y gracias por aguantarme la perorata.