Es la tercera culpable parcial de El Cosmonauta. La visión de las motivaciones y trayectorias de los tres creadores haría las delicias de los instructores de seminarios de liderazgo y equipos de alto rendimiento. Son complementarios de un modo atroz. Cuando pica el gusanillo del cine, lo normal es ansiar ser director. Da igual que se formen más directores potenciales que películas se hacen cada año, pero es emocional y un deseo que ha podido tener todo el mundo un segundo de su vida. Lo interesante es que de modo rápido los roles y ambiciones se han acomodado: tener claro que te sientes mejor escribiendo o en producción que dirigiendo parece una condición previa para el éxito. Carola aprendió a programar su VHS con cuatro años y desde entonces grabó todo lo que daban en Canal+. El día que vió Titanic descubrió que lo que quería era “construir un barco así de grande y hundirlo en una peli”. De momento, tiene un cohete.
10 febrero, 2012 7:33 PM
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15/May/2013 a las 4:37 PM
[…] no ha hundido un barco, pero ha mandado – y traído – un cohete a la luna. Bruno, al final, comprobó que […]