Me produce una tremenda curiosidad poner en contraste dos fenómenos. Asumiremos que las dos fuentes dan información correcta. En la primera de ellas se narra que las emisoras de radio españolas se niegan a acudir a Lituania porque se les piden tres mil euros para retrasmitir. Por lo visto, se ponen de acuerdo en bloque y deciden no ir. ¿Van a dejar de dar el partido? No, se emplea la televisión para narrar y listo. El segundo fenómeno es la decisión que se atribuye a la Cadena SER de no transmitir el último All Stars de baloncesto al adelantarse la COPE y adquirir los derechos. Se añaden en el texto cosas curiosas (siempre según los redactores): que pueden retransmitir el partido siguiendo las imagenes de la televisión pero que no quieren molestar a la NBA, por cierto suministradora de sus partidos para los canales de televisión del mismo grupo de empresas. A mí me parece (no tengo la confirmación) de que en EEUU todos los equipos deportivos venden sus derechos de radio. En España hace años escuché la argumentación de que aquí primaba el derecho a la información y que los clubes aceptaban ¿encantados? con la publicidad gratuita. Es curioso que las teles no reclamen derechos por el uso constante de sus imagenes para generar otro flujo económico en la radio. Lo interesante sería si alguien pudiera estudiar el impacto del dominio público de facto en las transmisiones radiofónicas de fútbol (vía presencia directa o vía tele) y qué consecuencias económicas tiene esto: ¿se venden más entradas en los campos? ¿Más camisetas y balones? Difícil, seguramente, pero me parece un campo exploratorio. Me encantaría tener opiniones y más datos sobre esto.
28 marzo, 2011 12:23 PM