Eduardo Prádanos me invita – sin avisar – a ejercer de ángel o demonio al respecto del vídeo bajo demanda (VOD) y esa eterna discusión de si se puede competir con el todo gratis. Aunque queda diluido y el resultado es una estupenda síntesis de las condiciones de éxito, los inconvenientes y ventajas de esta forma de consumir. Otros ángeles y demonios son Javier Naharro, Susana Alosete, Fernando Carrión y Natalia Marcos. En la misma mañana, Julio y Pepe Cerezo me invitan a presentar el último número de los Cuadernos Evoca en el que me pidieron colaborar. Con Roberto Carreras, Javier Oliete, Mar Abad, Daniel Solana, Jesús Encinar y Concha Wert, todos más sabios que yo. El número, dedicado a la publicidad en la era digital, me creó cierta dificultad por una cuestión de conocimiento serio sobre según qué temas. La cuestión se resolvió tomando una idea que ha flotado desde el inicio de la web social, la idea de no interrupción como forma adecuada de comunicar con el consumidor. Una idea que resultaría, a la vista de la realidad, que no se ha extendido en exceso. Esa falta de extensión tendría que ver con la ausencia de aplicación práctica de un texto que pasaba de mano en mano (de enlace en enlace) en el comienzo de esta era que dan en llamar 2.0: el Cluetrain Manifesto. Un mantra que anteponía la conversación sobre el altavoz, el tono personal sobre la distancia y varias otras cosas que suponían, en realidad, una forma radicalmente opuesta de entender la relación de las empresas con su entorno. De esa forma, yo argumenté ayer que el 2.0 habría fracasado si es verdad que inspiraba sus tesis, heredera del pensamiento de los hackers que hicieron internet. Esa frase, creo que fuera de contexto, ha sido el titular de un medio que cubría el evento y me parece que merecía explicación: si se hubiera titulado que ha fracasado en crear otra publicidad u otra comunicación empresarial, sería más atinado. Lo que no quita que uno tenga una mirada igualmente crítica con mucho del auge social, algo que mis amigos de Las Indias califican como dospuntocerismo.
21 diciembre, 2011 9:10 AM
1. Escrito por Isabel
22/Dic/2011 a las 9:55 AM
Ensayo y error, ¿de eso se trata, no? Tampoco parece tan malo decir que ha fracasado (cuestión de no tenerle manía a las palabras) si de eso se deriva objetivar los porqués y el relato para desarrollar (¿nuevos?) contextos. Parece que lo que está por deconstruir es, por un lado, el concepto de comunicación, y por otro el de empresa. Y, claro evolucionar de sociedad-masa a sociedad-conversacional. Recordando a Juan Freire, son las personas las que inventan los usos de la tecnología.
Es cierto que aún no hemos conseguido el empoderamiento en el que, acertadamente, insisten desde Las Indias y que se necesita la visión que plantea Albert en el post que enlazas, pero eso es lo que parece deducirse de tu relato en el artículo, los siguientes objetivos que nos quedan para continuar generando contextos.
Como decía un reciente post de Cartograf, la verdad está ahí fuera y la tecnología no es suficiente.
Excelente tu “relato” en el artículo. 🙂
2. Pingback por Tuenti Ads: el sistema publicitario de Tuenti | Mis Apis por tus Cookies
3/Feb/2012 a las 10:25 PM
[…] en redes sociales? Tanto Cluetrain y tanta historia para acabar con banners. Hemos fracasado. Lo decía no hace mucho Gonzalo Martín en los Cuadernos Evoca. Las interrupciones y disparar a un público masivo no pasa de moda. El […]
3. Pingback por ¿Es el display un fracaso? | Iván Fanego
17/Jul/2012 a las 9:01 AM
[…] promesa era acabar con la publicidad de interrupción, el altavoz y esas cosas, de pasar al diálogo, a una comunicación bidireccional , pero la […]