Current TV era el gran experimento de lo que se llamó y ya nadie llama televisión dos-punto-cero, era la eclosión del contenido generado por el usuario en días en los que YouTube era sólo el sueño de unos amigos. Cuando no existía Twitter ni Facebook, cuando no usábamos la expresión redes sociales para cualquier cosa que permitiera participar, cuando nadie hablaba de televisión social, a unos tipos se les ocurrió que se podía construir un canal de noticas con aportaciones del público. Tenía web para ver los vídeos y su versión lineal en cable. Se llegaba a dar materiales a los seguidores (hoy, fans) para que hicieran el anuncio del patrocinador. En fin, se experimentaba todo. Era una forma de contribuir más a lo blogger y videoblogger que la cansina muestra de likes, retuiteos y meneos en que se ha convertido la jungla de lo social, tan pretendidamente liberadora. No pasa nada porque se venda, nunca dió dinero, siempre se quedó en un experimento interesante. Ahora no hay televisión que no tenga un hashtag o que no tenga una web potente ni nadie que no busque fans. Todo eso estaba ahí, con esos y otros pioneros. Así lo ha visto el precursor de Current TV en Forbes. Pero, en general, se ha desatado una mirada mucho más política de esta venta: desde críticas conservadoras a la  presunta doble moral de Al Gore (fundador y presidente) y al hecho de que Al Jazeera, sea una cadena mal vista desde el punto de vista patriótico sea la compradora. De hecho, la lectura primaria de que Time Warner lo retire de su oferta de cable se ha visto como una consecuencia del cambio de propietario. Pero nada como el Pisuerga al pasar por Valladolid en pleno cuestionamiento del negocio del cable: hay demasiada oferta de canales que chupan del dinero de la subscripción para audiencias mínimas en nichos en los que ya se busca… en el modelo no lineal de internet. Aparecen noticias de Sony queriendo jugar a esa guerra. La mutación progresiva del negocio convencional lineal al consumo bajo demanda y la especialización era lo que se insinuaba y esperaba en los sueños más húmedos del entusiasmo digital y techie cuando Current TV nació. Audiovisual, propaganda y negocio siempre mezclados.