Aunque existen diferencias entre el dibujo utilizado“, le dice el juez al condenado Santiago Segura, “no son relevantes” y “produce en el usuario informado la misma impresión general“. A Abraham García le preguntan por los imitadores de su huevo de corral con salsa de boletus y espolvoreado de trufa (imitadores que hasta se atribuyen la invención) y él responde: “No, importa, las buenas ideas son de todos”. Que es lo que debió pensar el dibujante de la pistola al ver otras pistolas dibujadas y montones de fotogramas con tipos con las pistolas metidas por dentro de los pantalones. Miren, qué obsceno: hay gente que ¡gana dinero! poniéndole trufa al huevo sin pensar que a otro se le ocurrió antes y no pasa nada. Pero si uno estampa un dibujo de pistola con diferencias “no relevantes” tiene que pagarle a otro. El software libre hace mucho que dirimió este problema: el código está para reutilizarse y adaptarse: alguien hará algo diferente aunque poco relevante en esos huevos que los hará mejores o peores… al gusto de cada uno. Hay quien dice que lo entiende, pero resulta que no.