En un movimiento que refuerza la idea de que los servicios de video online avanzan a una clara reformulación de lo que ha sido la televisión por cable, Lovefilm (es decir, Amazon en Europa) ha firmado un acuerdo con Disney – ¡cincuenta títulos! Toy Story 3 entre ellos – que podrán verse pagando unas módicas seis libritas. Nos vienen a decir que es el equivalente a diez dólares, un precio superior a las subscripciones de Hulu o Netflix, algo que parece un serio indicador de la potencia de la gran marca infantil. Hay quien lo presenta como un adelanto de la firma británica a lo que la gran referencia norteamericana es capaz de ofrecer. Sin embargo, Netflix tiene acuerdos para ofrecer contenido de ABC (propiedad de Disney) si bien no ha logrado profundizar todo lo esperado en las joyas de la patria de Mickey Mouse. También se señalan intenciones de añadir paquetes familiares a la oferta normal. En todo caso, se confirmaría la política anunciada por Disney de establecer acuerdos en paquetes muy controlados con socios de confianza como centro de su estrategia online, donde Hulu sólo sería una pieza más y no un punto de anclaje. Mirado desde Europa: ¿de las Islas Británicas al continente para cuándo?
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Lovefilm llega a un acuerdo con Disney para ofrecer video en streaming
Comentarios desactivados en Lovefilm llega a un acuerdo con Disney para ofrecer video en streamingTengo guardada desde hace varios días esta cita que seguro merecerá la atención de Felipe y Pedro. Dice Nina Jacobson, que fue capitoste de Disney: “Hacíamos juguetes a partir de nuestras películas, ahora hacemos las películas a partir de juguetes”. Y añade: “Solíamos ser generadores de propiedad inelectual, no recicladores de propiedad intelectual”. La mirada pretende poner el dedo en la considerada como crisis de creatividad de Hollywood, preocupadísima por el riesgo enorme de jugarse el dinero con una película (desde luego, el enorme riesgo actual de jugársela sólo a una película). Por tanto, es una mirada triste. Una mirada más cultural, podría decir que no hay nada malo en hacer los flujos a la inversa y reconocer que todo es remezcla permanente. Y que las claves de hacer rentable un negocio son diferentes de la mera creación cultural. Lo que nos lleva al problema: si la cultura es recreación, los límites de la propiedad ponen límites a la creación. Y no era eso lo previsto. ¿Tendrán razón los hackers, “Los buenos programadores saben qué escribir. Los mejores, qué reescribir (y reutilizar)? Mientras, George Lucas ya tiene listo el reciclado de la Guerra de las Galaxias en 3D.
Servidor de ustedes siempre ha tenido esa impresión: si algo caracteriza a las majors es el control de la distribución porque es ahí donde te aseguras el control del dinero. La reunión de tres grandes juntos (el mismo intento en España ha fracasado en todas las iniciativas conocidas por mi) es algo excepcional cuando se compite como se compite: son capaces de acuerdos para cuestiones estructurales del mercado pero, al final, todo el mundo quiere la tarta para él. Hulu y Netflix no tienen el retorno financiero que ellos desean. Ni más ni menos. Bog Iger, el CEO de Disney, en su encuentro con analistas la semana pasada así lo dijo: que el verdadero valor residía en su valor “educacional” sobre el mercado digital. Las palabras que se citan entrecomilladas sobre Hulu son más rotundas: “It’s not an anchor of the overall digital strategy,” he said. “It’s part of it, and it remains that way.” En cristiano: Hulu no es un pilar de la estrategia digital vista en conjunto, sino parte de ella y seguirá de esta forma”.