Creo que prácticamente todo lo que veo lo hago bajo demanda. Así que cuando veo los episodios grabados de mi iPlus suelo hacerlo con retraso. Me detengo en llamar la atención de que ¡estoy pagando! a pesar de que sé descargármelo todo y no dejo de hacerlo por remilgos legales antes de explicar que, al ver los episodios con retraso, veo con retraso (aunque sea mientras me salto la publicidad) las promociones de nuevas series a las que suelo dedicar algo de atención frente a la publicidad. Vamos, que paro el avance rápido. Este mes veo las promos de The Bridge en Fox (uf, está estupenda) y me da muchísima risa el enunciado: estreno simultáneo en 120 países, cuarenta idiomas, dos canales temáticos a la vez, bla, bla, bla. Resulta que la lógica técnica que supone el clásico de que la gente ve y va a ver lo que quiere y cuando quiere, la lógica que dice que con los bits el negocio de los territorios se vuelve líquido o inoperante, va saliendo sola. Uniendo los puntos: es esencialmente lo que desde otro lado, artesano y heroico, ha hecho El Cosmonauta. Mad Men se ha emitido directamente con subtítulos en España sin esperar al doblaje y la han vuelto a poner otra vez una vez doblada. Vaya, los piratas se quedan sin trabajo porque sus innovaciones las adopta el sistema. Como decía, produce muchas sonrisas recuperar unas palabras de la directora de Fox en España hace solo cuatro añitos completamente despreocupada por el cambio de conducta de sus espectadores que, ahora, su cadena ha adoptado. En fin, el desarrollo de estrenos globales no es nuevo, pero creo que está adquiriendo una dimensión que tiene tintes de transformación.