Luces de las tres dimensiones
La intensa y amena explicación sobre los fundamentos técnicos de la estereoscopía que se pudo contemplar ayer en las jornadas de Ultimatemedia reforzaron mis conclusiones personales sobre un cambio que no se dudó de designar como tercera revolución tras el sonido y el color. La palabra reforzar no quiere decir, en este caso, blindar, sino que se refieren a un incremento de la percepción que uno se hace tanto de sus valores positivos, como de la dimensión de sus riesgos. A saber:
- La sutileza técnica del 3D devuelve enormes grados de escasez a todo el sistema de reproducción y copias. No es ya sólo el cine, sino que la necesidad de equilibrios bastante medidos para que la experiencia sea plena según dónde se exhiba y con qué tamaños de pantalla se exhiba condiciona el espectáculo. Y condiciona las copias más de lo que mis conocimientos técnicos anteriores me permitían suponer. Blue-Ray es un sistema que ya ha sido craqueado, pero esencialmente creo que el 3D permitirá alargar la explotación de las ventanas tradicionales.
- La experiencia inmersiva del 3D es muy apabullante cuando está bien hecha. Hablo de mi experiencia directa. Pero, por los equilibrios mencionados, es fundamental que la industria se vuelque en proteger el espectáculo. Protegerlo es trabajar con normas estrictas de calidad y desincentivar la tentación de recurrir a lo fácil, y eso seguramente incluye el pobre resultado de la conversión del catálago clásico en 2D. El espectador no es tonto y desechará lo malo, pero antes se tiene que convencer de que es su experiencia favorita.
- La técnica evolucionará, porque siempre evoluciona, y hará que la dificultad de esos equilibrios se reduzca. En nuestros tiempos, y con lo que supone económicamente el 3D, la aceleración de inversiones en mejora tecnológica será intensa. El 3D sin gafas no es lo suficientemente bueno para la experiencia habitual, sí para los móviles, pero la tentación de mejorarlo a largo plazo es inevitable. La fuerte exigencia del 3D para la combinación ojo/cerebro fomentará todavía más ese esfuerzo inversor.
- Fué interesante escuchar a los ponentes el éxito obtenido por Sky con las pruebas de retransmisiones deportivasen los bares… con gafas. Es decir, que los contenidos se aprestan con relativa facilidad a crear emociones no esperadas y que, seguramente, hagan difícil volver atrás, como les sucede a quienes se han acostumbrado a ver el fútbol en alta definición.
- Es evidente que al conjunto inseparable de industria de contenidos e industria de electrónica de consumo les interesa sobremanera la aceleración de la conversión del parque de equipos instalados. En cines, se nos dijo que Barco tiene ¡nueve meses! de espera para entregar proyectores. La aceleración de los equipos caseros no la esperaba nadie, pero pese a las profecías parece que los fabricantes lo tienen claro. Estemos atentos a lo que sucede con el mundial de fútbol este año, si los pocos usuarios posibles terminan pensando que han gozado, el camino es imparable.
- ¿Termina todo esto con las copias no autorizadas? Las dificulta, retrasará algunos tiempos, pero la digitalización tiene sus reglas y esas no cambian. Los bits son lo que son, aunque permita mantener reglas de juego y de mercado en nuevos entornos. Mantener significa mantener por causas técnicas, no jurídicas: aparecen escaseces o, mejor dicho, regresan. La batalla por el control de los dispositivos es vieja, pero vuelve con toda su fuerza y los vericuetos sociales para discutir las fronteras de la libertad y la propiedad seguirán en primera línea.
- ¿Todo en 3D? No sólo por la falta de contenidos, sino por la propia experiencia y la infraestructura de producción y de mercado que hace falta, veremos un mundo dual, con grandes espectáculos directamente pensados para la estereoscopía (incluídos los juegos) y cosas como las noticias en su mundo normal.
Varias personas han comentado en estas páginas sobre el pobre resultado futuro del 3D en el hogar. Incluso he realizado un artículo con las críticas que se hacen. Pero nadie debemos olvidar que la industria audiovisual está llena de profecías fracasadas por parte de sus capitanes de industria: creyeron que el sonido no gustaría y que la televisión no gustaría. Estuvieron a la altura de las ocho megas de Bill Gates, convine no olvidarlo. Cuando yo empecé intensamente mi vida profesional en el sector, la resistencia de los directores de fotografía y de los críticos cinematográficos a la experiencia digital era descomunal: se veía la evolución técnica no como un viaje hacia la superación del formato fotoquímico sino como una prueba de su falta de calidad. Y aquí estamos: el rodaje en película tradicional no ha muerto, todavía, pero ahora mismo ya es sólo un opción.
Créditos: la imagen pertenece a la galería de Normandie2005 y se distribuye con licencia CC.
[…] This post was mentioned on Twitter by Gonzalo Martín. Gonzalo Martín said: "Luces de las tres dimensiones", reflexiones sobre la jornada de ayer en @ultimatemediaes http://ow.ly/1Mokf […]
A mi me ha resultado bastante interesante el freno que ha echado el mismo Cameron a todo esto. El 3D requiere adaptarse a un nuevo lenguaje, pero quizas no tanto para trabajarlo como para verlo. Es como lo de los videojuegos: los infantes se adaptan rapido pero para el publico adulto son un dolor de cabeza. La diferencia es que los videojuegos sigue siendo un segmento al que llega quien quiere, en el caso de las 3D se terminara imponiendo, y punto, pero los espectadores tienen que adaptarse al sistema de vision. Vamos, que hacerlo en 2 dias me parece una sangria de aupa.
Por otro lado, la parte tecnica me da mucho repelus. Nos hemos tirado años de transicion con una increible gama de pantallas planas que siguen sin verse todo lo bien que debieran porque cada fabricante hace lo que le sale de la chirla. No me quiero imagina que pasara entonces con el 3D…
Sí, de acuerdo. Precisamente es algo que salió ayer de los propios protagonistas. Cuando hablo de delicado equilibrio técnico, precisamente me refiero a eso. Se insistió en que, como lenguaje, es reaprender: el montaje no es el mismo, el ritmo tiene que cambiar en función del tamaño de los planos… son muchas cosas. De ahí que, o se cuida, o no sale.
Con respecto a los juegos, los riesgos de dolor de cabeza y cansancio son muy superiores en algo que se juega durante horas que en una película de dos horas, o en un partido donde hay interrupciones.
Creo que al post debiera haber añadido el refuerzo de estos aspectos. El tema de la infraestructura es otro asunto: hice algún post en el pasado con el caos que nos espera para tratar de saber qué tiene cada hogar.