Michel Godin nos pasaba a Versvs, Bianca y servidor un tentador enlace de un articulista de los blogs de la Harvard Business Review: “La inevitable disrupción de la televisión”. Para ser breves, yo también creo que es inevitable la de la televisión, la del cine y la de todo lo que sea imágenes en movimiento. También por ser breves, a Godin le decía que toda la narración de los debates que tiene el autor con los profesionales del negocio televisivo no son nada nuevos, más o menos se llevan repitiendo desde que en Fox España pensaban que las descargas no les afectaban: curioso ver como todas las ventanas de las series se arriman hoy día. Es más, se pasó de mantras como “la televisión se muere” a explicar la enorme resistencia de su infraestructura técnica e industrial. Lo interesante del artículo es que, el autor, especialista en innovaciones disruptivas (aquellas, por resumir, que generan mejoras exponenciales de productividad), aceptando la lentitud de la destrucción del modelo televisivo, explica la duración de los ciclos de la disrupción: de quince a treinta años. YouTube tiene unos seis, el vídeo en la red algo más. Pero, añade, lo importante es que a pesar de la velocidad de las redes y la tecnología de hoy, hacer que el público se haga a nuevas ideas conlleva que se tardaría tiempo en ver cambios significativos. El público parece, sin embargo, muy bien entrenado en cómo descargar sin restricciones, aunque nuevas leyes en todas partes y la extensión de nuevos servicios legales reduzcan la vocación y necesidad de la descarga clandestina. Hace unos meses me ponía a recordar las leyes subyacentes de lo digital rememorando la Ley de Kryder, y concluíamos que no queda mucho para que toda la biblioteca del congreso de los Estados Unidos quepa en un disco de cuarenta dólares. A ver quién es el guapo que inspecciona toda la humanidad en busca de archivos ilegales. La cosa se ponía en el 2020, tampoco importa mucho si se tarda hasta el 2025 en tener todo Hollywood del siglo XX en un disquito enchufable a lo que sea (la memoria avanza que es una barbaridad). Ante esos escenarios, el armagedón del modelo copias y de los precios demasiado por encima de cero seguramente estará servido, aunque sea vía sneaker nets. O puede ser otra ciberutopía digital fracasada. Algo así como la profecía incumplida del peak oil: que, a pesar de todo, el día del juicio final del entretenimiento basado en pago por copia (¿o per view?) no acabe de llegar.
30 agosto, 2012 5:08 PM
1. Escrito por Iago
30/Ago/2012 a las 6:05 PM
Pues curiosamente leo esto tras un par de semanas en las que unas cuantas personas han comentado que al fin se iban a comprar un BD, cosa que me lleno de pasmo teniendo en cuenta que debería ser un formato muerto y, de paso, tendría que servir para, precisamente, dejar atrás esos modelos, pero me parece a mi que no va a ser todavía, no…
2. Escrito por Michel Godin
31/Ago/2012 a las 5:50 PM
Hola Iago, como estás?
Che, que es un BD? En serio que no me doy cuenta cual es la abreviación o como le llamaremos acá. 🙂
3. Escrito por Iago
31/Ago/2012 a las 6:07 PM
Blu-Ray! Es un formato tan desafortunado que hasta con el acronimo es raro 😀
4. Escrito por Michel Godin
31/Ago/2012 a las 6:20 PM
Ahhhh jajaja
Pues acá no es “la moda” porque resulta bastante caro todo: el equipo, las copias, etc. Pero lejos de estar muerto también, le quedan unos cuantos años porque se vende como “lo que mola” para los que buscan “calidad”.
Para acabar con ese formato y tener de verdad mejor precio/calidad necesitamos más velocidad de bajada por un lado, y luego casi tan fundamental como ello diría un o unos proveedores de material audivisual en alta definición, con una buena sistema de promoción y distribución.
Si no, como parece que sucede en todos lados, esos productos o servicios online que sustituyan al formato físico se quedan siempre en lo marginal. Damn!
¿qué pasará? Habrá disrupción y armagedon televisivo? cuando?!
5. Escrito por Gonzalo Martín
5/Sep/2012 a las 2:57 PM
Ese es el misterio, pero igual no va a ser. En estos casos, además, a todo el mundo lo que le entra es una colección de nostalgias que tienden a ser vistas como dramáticas.
6. Escrito por Gonzalo Martín
3/Sep/2012 a las 2:07 AM
Y que Sony deja de fabricar… (es decir, sí distribuye contenidos en BD, pero renuncia al negocio de fabricar esas copias)