Vanitatis entrecomilla unas declaraciones de Paolo Vasile al respecto de la fusión de Antena3 y LaSexta: «Hay que celebrar que el río vuelve a su cauce. Existía la necesidad de estar en un sector ordenado y bien dimensionado ya que es un seguro de vida para las empresas y para los que trabajan en ella». La traducción correcta de seguro de vida es precisamente esa: que las televisiones no puedan quebrar. Perpetuar un modelo de actividad empresarial donde un duopolio rentabilísimo hace y deshace en un tiempo donde la tecnología permite otros escenarios: que haya empresas que no puedan quebrar es injusto e inmoral. Por cierto, es la misma crítica que algunos hacen a los bancos en momentos como éste. Es por eso por lo que una política de desarrollo audiovisual que verdaderamente piense en cosas como pluralidad, ciudadanía, etc. etc. debe tener como programa no la intervención (es decir, el reparto de favores entre clase política y empresarios con ventaja, propietarios exclusivos del poder de cobertura territorial de sus licencias) sino llegar a un escenario tecnológico donde el reparto de favores no tenga razón de ser. Que es lo que pasa cuando alguien pone un restaurante. O un periódico. Pero, sorprendentemente, incluso a los más fervososos defensores de la tecnología les resulta tremendamente chocante que las reglas pudieran ser iguales.
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Pensando sobre el extraño caso de la independencia de RTVE mientras veo Paramount
Comentarios desactivados en Pensando sobre el extraño caso de la independencia de RTVE mientras veo ParamountMientras hemos visto que los medios no convencionales no vertebrían ya la opinión pública, la clase periodística en general y los que forman parte de RTVE parece que mucho más, se han indignado bastante por el nuevo método de nombramiento del presidente de la Corporación. Más allá de la estética del asunto, el transfondo político y, en mi opinión, la sobrevalorada opinión sobre la llamada dignidad de la reciente televisión pública española, lo que me llama la atención son los motivos para la indignación: propio de la endogamia, y que me perdonen, de la clase periodística, la crítica tiene que ver con un trabajo – el suyo – cuestionado por la evolución de los tiempos y es muy poco airada contra otras obviedades. Por ejemplo, nuestra televisión pública se gasta un dineral en comprar derechos de majors compitiendo con el siempre y casi por definición maltrecho cine local. Conviene recordar que los fundamentos legales que le dan forma (también los morales) tienen que ver con fomentar la industria local y que el Estado gasta un buen dinerete y crea prebendas legislativas para sostenerlo a pesar de que el mercado no le da mucha comba. Pero, para quienes piensen que con esto contribuyen a la cultura, más vale mirar que, sin que le cueste un duro al ciudadano de a pie, todo el mundo puede ver el canal Paramount y LaSexta3 repletos de cine majors. Catálogo Warner este último si no me equivoco. Y cómo molan. Si le sumamos a Disney por ahí para los nenes, digamos que no parece muy lógico que el dinero de todos ustedes se vaya a pagar a la competencia, dicho esto por la tremenda preocupación por la identidad y la excepción cultural. En definitiva: ni esa supuesta independencia informativa aporta realmente nada (lean mi post sobre el asunto Cebrián y hagan paralelismos) ni resulta que el servicio de productos mayoritarios es algo que haya necesidad de ofrecer puesto que lo hacen los señores que se juegan su dinero. Yo sé que mis amigos no me quieren creer, pero la tele pública vive en una paradoja que no tiene una buena solución decente y que conduce a un final cargado de irrelevancia o a incómodas preguntas sobre los usos alternativos del dinero. Me temo.
Telecinco en plan campeón
Comentarios desactivados en Telecinco en plan campeónAyer Mediaset mandaba hasta tres notas de prensa sucesivas aclarando y ampliando los datos de audiencia del cierre del mes de junio. Están arrasando. Lo interesante desde el punto de vista del negocio televisivo es lo siguiente: la suma de todos los canales que gestiona Mediaset ha alcanzado el 27,7%, que es algo más del 27% que constituía el límite legal para aceptar las fusiones. Son líderes en el conjunto del día, líderes del target comercial, no les queda nada para expulsar a La1 del liderazgo del mejor tramo publicitario del día. Cuatro es mejor sistemáticamente que LaSexta. Si la Sexta se fusionara con Antena3, quedarían bastante lejos las familias de canales respectivas. Y los temáticos quedan por delante de los temáticos de la otra gran cadena rival. Aunque ya se sabe que uno es partidario de que quiebren se compren y recompren todas las teles que sean, este final de las múltiples reformas televisivas realizadas en cenáculos ha conseguido, sí, que haya más series y películas en abierto; pero ha dejado a los mismos seguramente con más fuerza aún. Paolo Vasile se muestra como el gran gestor que es de televisión comercial (y dejad de rasgaros las vestiduras) y la vida pide a gritos que el negocio audiovisual sea un mercado de verdad y no una componenda en nombre de grandes palabras que no se resuelven porque se pongan en un papel y se diga que se deseen: independencia, calidad, pluralidad… Eso es producto del libre acceso de quienes quieran servir imagenes y no de diseños mágicos.