En los albores de la nueva industria audiovisual no había día en que no recurriéramos al PVR (en realidad, a TiVO) como exponente máximo del fin de la publicidad as we know it: los espectadores odiábamos la publicidad y nos saltaríamos los anuncios, todo era cuestión de tiempo a medida que avanzaba la penetración en los hogares. Mirábamos cifras de EE.UU., del Reino Unido, de Alemania… se inventaban estrategias para que no se pasara el anuncio… TiVO aseguraba demostrar que la gente no veíamos la publicidad. Pero, al final, no parece que haya llegado el doomsday y, al igual que la interactividad no ha pasado y no está pasando en la TDT, en la segunda pantalla parece que sí. Que la gente mira a su ordenador en las pausas publicitarias, pasaba de ser una intuición a una realidad cierta gracias a los datos que generosamente Tuenti divulga. Que los usuarios de iPad los tienen en sus rodillas en el sofá, era otra intuición. Acaban de publicar un estudio que dicen que, de modo taxativo, quien tiene tableta (y smartphone) no ve los anuncios. Pero el spot no muere. ¿O sí?. ¿O solo será un poco? ¿O habrá que integrar spot, contenido original de marca y experiencia social?