Pareciera que estamos en medio de un verdadero tipping point: si ya vimos el cambio de la concepción del producto televisivo en cuatro líneas, si un solo banner ejemplifica el cambio de la distribución casera de películas, la forma de consumir la tele la acaba de describir el New York Times en una frasecita. «¿Por qué mi televisión no puede parecerse a mi tablet?». El artículo merece la pena porque es un friso interesante de las nuevas expectativas (muchas se frustrarán, como siempre) y el conflicto que lleva tiempo latiendo entre el modelo de servicio y negocio de la televisión de pago con todas las nuevas formas de consumo. Mientras, en otro lado, nos cuentan que el 21% de los hogares norteamericanos tienen teles conectadas (que yo llamo conectables hasta que efectivamente se haga) y me recuerda una estupenda conversación hace años con Juanjo Carmena: se trataba de saber con cuántos hogares conectados se produce el punto de no retorno hacia los nuevos modelos televisivos. Al azar, dije que el 20%. Juanjo me decía que ellos (su empresa) pensaban que bastaba con el 15. Ahora falta que se conecten todos hasta el quince y, como siempre, que respondan a la pregunta y, ahí, qué se ve.
Posts tagged ·
tablets
·...
Los analistas especulan acerca de los centros de datos que Apple está construyendo y que se juzgan demasiado potentes para servir solo canciones: deducen que creará un servicio de subscripción de películas. Lo interesante es que se estaría consolidando la forma de ver el video online de contenido profesional como una reencarnación de los servicios de televisión por cable en versión bajo demanda: barra libre a cambio de una cuota mensual y añadidos para subir el ARPU (ingreso medio por usuario). También la doble fuente de ingresos típica del cable: publicidad y cuota. La aparición de contenido original como reclamo para el abono. Visto desde el lado contrario: la histeria por la lucha de las aplicaciones en tablets y el fenómeno del cord cutting, tan oscuro de probar pero al que se le teme como al diablo por la conducta de las nuevas generaciones.
BBC para el mundo en aplicaciones para iPad este año
Comentarios desactivados en BBC para el mundo en aplicaciones para iPad este añoSeguimos con la serie de video e iPad: BBC crea una aplicación para, por diez euros al mes, ofrecer un servicio de acceso similar a su BBC player para el mercado internacional. Ya está disponible para los británicos. En el Reino Unido la BBC no es comercial pero fuera puede serlo como le da la gana. Hasta ahora podemos ver su servicio internacional de noticias por satélite/cable pero no una programación de otro tipo cuyos derechos suelen estar vendidos a operadores locales. Mark Thompson, el jefe de la BBC, pone mucho énfasis en disponer del precio correcto. ZDnet informa de cuando estará disponible en EEUU – junio – y anuncia contenidos similares a BBC America. ¿Lo más interesante? Que Thompson lo plantea como una reducción de intermediarios y como la posibilidad de presentarlos editorialmente sin los empaquetamientos de terceros. La esencia de lo digital.
Actualizando lecturas pendientes, aparece una información en la que CNN reporta un crecimiento del ciento por ciento en visionados de vídeo a través de tablets: un game changer, lo llama. Al menos para las noticias. La crisis egipcia ha sido un gran catalizador. Pongamos en relación con ello los datos que nos pasaba TV3 sobre el acceso creciente desde consolas y tablets (¿o son iPads?) y en descenso desde el tradicional pecé. Que tiene todo el sentido, porque el pecé nunca ha sido el centro del ocio nocturno, mientras que el tablet se tiene en las rodillas frente a la tele mejor que el portátil. El caso es que eso que se llama era post-pc, con riesgo de convertirse en uno de esos tradicionales reduccionismos de la tecnología o las campañas de ideología política, parece estar ahí para regocijo de Jobs y, con seguridad, de Zuckerberg: la conversión de los consumos en aplicaciones en un entorno cerrado y centralizado pone a prueba la fe en los estándares abiertos como más resilientes y más capaces de mejorar el mundo. Pero hay quienes piensan que, desde nichos pequeños, como mancha de aceite y desde periferias exiliadas se terminará por romper lo que ahora son muros.